El rol que la mujer ha adquirido en el mundo profesional es indiscutido. Sus habilidades y capacidades multi-tasking las han convertido en una figura líder a quien respetar. Incluso han sabido ser madres y profesionales sin descuidar ningún detalle. Ser jefa y mujer es posible, aquí te damos los mejores consejos.
Los mejores consejos para ser jefa y mujer
No estar a la defensiva
Tratarán de subestimarte por el simple hecho de que el mundo es aún demasiado machista. Además, notarás que si bien en las empresas el número de hombres y mujeres que trabajan se está nivelando, la cúpula gerencial sigue conformada por mayoría masculina. Para ser jefa y mujer debes ser una más del equipo y no estar marcando constantemente tu condición de mujer. Es una clara muestra de que aún no has podido entender que no hay diferencias entre ellos y tú.
Tus empleados no son tus hijos
Habrá determinadas situaciones en las que aflorará tu instinto protector y maternal hacia tus empleados. Un buen jefe es considerado con sus empleados pero dentro de parámetros profesionales. Ser jefa y mujer implica que marques los lineamientos exclusivamente cuando se trate de temas laborales y no de meras percepciones de madre.
Usa la sensibilidad a tu favor
Lo que si puedes hacer para ser jefa y mujer exitosamente es usar la sensibilidad femenina a tu favor. Las mujeres tienen un sexto sentido y una permeabilidad distinta ante ciertos comportamientos. Si ves que algo no va bien, puedes hacer cosas para mejorar un proceso o si se te ocurre una idea superadora tan solo por analizarla desde tu instinto de mujer, anímate a pegar el salto.
Amigas NO
Las mujeres por naturaleza tienen el don de la sociabilidad y hasta la capacidad de crear vínculos amistosos por fuera del horario de trabajo. Bien, siendo mujer y jefa esto no es posible. Por un lado, se borrarán los límites de autoridad y por otro, puedes llegar a tener complicaciones si no sabes dividir lo afectivo de lo laboral.
Ser jefa y mujer es más posible que nunca. Solo trata de dejar a la mujer por un rato y dedicarte más bien a la gerencia hasta que sea la hora de volver a casa.