Si eres de llegar tarde al trabajo es hora de poner en práctica ciertos tips para que eso no vuelva a ocurrir. No solo que evitarás problemas laborales sino también que lograrás un mejor rendimiento durante la jornada de trabajo. A continuación, 6 tips para no llegar tarde al trabajo.
6 tips para no llegar tarde al trabajo
Varias alarmas
Ya hemos hablado sobre la cantidad de aplicaciones con recordatorios existentes hoy en día para ayudarte a recordar acontecimientos importantes de tu día. Levantarte con al menos una hora de antelación al horario de salida de tu casa ayudará a no llegar tarde al trabajo. Para ello puedes configurar 3 alarmas con diferencia de 10 minutos entre cada una. La última que marque justo la hora previa a partir.
Llegar antes del horario
Tienes que acostumbrarte y convencerte de que tu hora de entrada no es más a, por ejemplo, las 9 am. A partir de ahora será a las 8.45. De esta manera todo lo que hagas para no llegar tarde al trabajo estará destinado a llegar al menos, 15 minutos antes de la hora real. Así, si tienes un desliz estarás en realidad llegando justo a tiempo.
Chequea estado del transito y clima antes de salir
Lo primero que tienes que hacer al despertar, además de desayunar, es prender la TV o el ordenador y chequear posibles accidentes de tránsito o cortes que interrumpan tu habitual recorrido. También verifica si las lluvias entorpecen tu llegada al trabajo y planea salir un rato antes si eso ocurriera.
Acuéstate temprano
Es fundamental que para no llegar tarde al trabajo, hayas pasado una buena noche y hayas logrado descansar al menos 8 horas. Si tienes cosas pendientes, déjalas para el fin de semana. Relájate y acuéstate temprano.
Come sano
Una dieta saludable siempre ayuda a regular el sueño y por supuesto, redunda en un buen despertar. Come frutas y verduras con frecuencia y toma mucha agua. Verás que llevar una vida sana acompaña a que por las mañanas todo se desarrolle naturalmente, incluso tu llegada al trabajo.
Haz más ejercicio
Hacer ejercicio ayuda a tu organismo a quemar energías acumuladas que de otra manera no eliminas. Ellas son las que entorpecen tu sueño y hacen que te sientas pesado por la mañana y consecuentemente, no llegues a trabajar a horario.